Saludos cordiales tras 4 desfiles repletos de interesantes combinaciones de rosas ahumados, zapatos del futuro, caidas del presente y vermouths acicalados.
Frivolidad, pa' qué te quiero...Miradas por encima del hombro mientras reimos con alegría y disfrutamos de la compañia imaginaria de las musas. Inglés, alemán y algo de italiano, música en clave "gabacha".
Un vestido hecho de la piel del famoso vampiro; resplandece a cada paso de la bella mujer que lo lleva, cada brillo hipnotiza los ojos de los presentes, no dejar nada a la imaginación es lo valioso. Es maravilloso como entre sus destellos te encuentro, el recuerdo vibrante y poderoso.
Tocados impactantes y vistosos visten los cabellos de las damas. Diseñador cobarde y poco amigo de los desconocidos.
Dry martini, digo...vermouth. Complicidad y atenciones, esbozos de sonrisas y principio de ruborización...todo comienzos, nadie acaba.
Comida de lujo en un rincón frío pero acogedor..
Segunda oportunidad. Yiyi gutz, fabulosos ejemplares...de vestidos. Resbala, cae...no, no cae. Que bonito color coral, que peinado tan discreto...¿Has visto sus zapatos? Con ellos me vestiría hasta para dormir...
Frivolidad, que hermosa palabra, se llena la boca de escrúpulos para soltar una risita irritante y falsa, qué protocolo es el que se sigue...La falsedad y la mentira están al día...
Pero me ha gustado el desfile...
Lavandera, tercer punto. Zapatos en colores pastel, un aplauso por ellos, otro por ese gesto valiente. Y otro más por ser ropa de verdad.
Esto se anima, ¡mira cuánta gente!
Última oportunidad. NONA. Genial, estricto, negro. Un orgullo de madre que llegaba a la pasarela desde una cabeza amarilla. Y ella, en toda su excentricidad, ¡zapatos fuera! Pequeña dorothy...
Y, sorpresas al final, ese de la camisa abierta...¿una foto? ¡Claro!, ¿otra? ¡Faltaría más!...
Publicidad engañosa. maniquies vivientes. Bonito.
Y en medio del jaleo tus ojos negros y tus manos de seda me llegan como la brisa marina pero directas al alma...si acaso la tengo.
Frivolidad, pa' qué te quiero...Miradas por encima del hombro mientras reimos con alegría y disfrutamos de la compañia imaginaria de las musas. Inglés, alemán y algo de italiano, música en clave "gabacha".
Un vestido hecho de la piel del famoso vampiro; resplandece a cada paso de la bella mujer que lo lleva, cada brillo hipnotiza los ojos de los presentes, no dejar nada a la imaginación es lo valioso. Es maravilloso como entre sus destellos te encuentro, el recuerdo vibrante y poderoso.
Tocados impactantes y vistosos visten los cabellos de las damas. Diseñador cobarde y poco amigo de los desconocidos.
Dry martini, digo...vermouth. Complicidad y atenciones, esbozos de sonrisas y principio de ruborización...todo comienzos, nadie acaba.
Comida de lujo en un rincón frío pero acogedor..
Segunda oportunidad. Yiyi gutz, fabulosos ejemplares...de vestidos. Resbala, cae...no, no cae. Que bonito color coral, que peinado tan discreto...¿Has visto sus zapatos? Con ellos me vestiría hasta para dormir...
Frivolidad, que hermosa palabra, se llena la boca de escrúpulos para soltar una risita irritante y falsa, qué protocolo es el que se sigue...La falsedad y la mentira están al día...
Pero me ha gustado el desfile...
Lavandera, tercer punto. Zapatos en colores pastel, un aplauso por ellos, otro por ese gesto valiente. Y otro más por ser ropa de verdad.
Esto se anima, ¡mira cuánta gente!
Última oportunidad. NONA. Genial, estricto, negro. Un orgullo de madre que llegaba a la pasarela desde una cabeza amarilla. Y ella, en toda su excentricidad, ¡zapatos fuera! Pequeña dorothy...
Y, sorpresas al final, ese de la camisa abierta...¿una foto? ¡Claro!, ¿otra? ¡Faltaría más!...
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Y en medio del jaleo tus ojos negros y tus manos de seda me llegan como la brisa marina pero directas al alma...si acaso la tengo.
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