Saludos cordiales desde un punto muerto.
Amables desconocidos, he de admitir que me vuelve loca.
Me vuelve loca que ni siquiera le importe que yo pierda la cabeza por sus huesos y por cada uno de los pelos de su barba.
Ese chico me pone, me pone hasta cuando me cuenta historias increíbles sin sentido sobre personajes en 3D salidos de una xBox.
Su pelo alborotado que tanto me gusta acariciar y revolver; que me convierte en una niña que juega a saber. Me mira con ojos de felino desbocado y yo le miro con ojos ronroneantes de que quiero que se me acerque y me haga compañía.
Quiero que me ponga en posiciones imposibles y que me diga palabras de amor en lenguaje cifrado; que me diga que le pongo y que no me deje amanecer sin haber mirado hacia todas la capitales del mundo.
Amables desconocidos, si es amor o no: pasen, juzguen y vean, pero tendrá que parar de pasar de mí.
En algún momento.
Halt.
Amables desconocidos, he de admitir que me vuelve loca.
Me vuelve loca que ni siquiera le importe que yo pierda la cabeza por sus huesos y por cada uno de los pelos de su barba.
Ese chico me pone, me pone hasta cuando me cuenta historias increíbles sin sentido sobre personajes en 3D salidos de una xBox.
Su pelo alborotado que tanto me gusta acariciar y revolver; que me convierte en una niña que juega a saber. Me mira con ojos de felino desbocado y yo le miro con ojos ronroneantes de que quiero que se me acerque y me haga compañía.
Quiero que me ponga en posiciones imposibles y que me diga palabras de amor en lenguaje cifrado; que me diga que le pongo y que no me deje amanecer sin haber mirado hacia todas la capitales del mundo.
Amables desconocidos, si es amor o no: pasen, juzguen y vean, pero tendrá que parar de pasar de mí.
En algún momento.
Halt.
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