lunes, 20 de diciembre de 2010

What we will be?

Saludos cordiales desde una escalera de caracol de 3 vueltas.
Son días de nerviosismo y ultimátums en las aulas. Terminan y empiezan cosas que muchos no ven venir. Las vivencias se descontrolan a pesar de los cafés y cigarrillos que una consigue echarse al cuerpo.
Es la temporada en la que los chinos y las tiendas de complementos y artículos de broma hacen su agosto gracias a los "amigos invisibles" y autodetalles.
¿El mío? Un bolígrafo oculto en un pintalabios rosa, por coqueta; y una libreta con un mapamundi, por ilusa.
Todo tiene un sentido especial. Cestas repletas de comida, turrón, chocolate y bebidas alcohólicas; para terminar y empezar el año con buen pie. Borrachos rellenos de azúcares varios. Como pavos pero sin hornear.
Nos falta un hervor, posiblemente.
Luego hay detalles un poco más sentidos. Una vez al año, por remordimiento o verdadera caridad (al fin y al cabo hay poca diferencia): un paquete de arroz, unas lentejas en lata y piña en su jugo para las ONGs. "Para quien de verdad lo necesita".
Amables desconocidos, si no s fijamos, quienes de verdad lo necesitan no andan tan lejos. Hay personas (hombres, mujeres, niños y viceversa) que buscan en contenedores los días clave tras los supermercados.
Gente buscando esperanza de vida que viaja con nosotros en el metro. Gente buscando un gesto amable. Gente buscando simpatía.
A nuestro alrededor, hay personas que agradecen una sonrisa o un momento agradable.
No sólo en estas fechas, pero tal vez especialmente en Navidad.
¿Cuál de los Reyes Magos seremos nosotros?
Oro, incienso o mirra.
P.D.: Ojalá sea una feliz Navidad para todos. No olvideís mirar a ambos lados, el calvo de la ONCE podeís ser también vosotros.

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